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Ley de la Libertad - Rubén Cedeño

Existe una Ley impresionantemente beneficiosa y de mucho cuidado a la vez, que se cumple en todo el mundo. Es la "Ley de la Libertad" y con ella funciona la "Ley del Libre Albedrío" y la "Ley del Perdón".

Somos seres con "Libre Albedrío", nacidos libres porque la Libertad es una Ley Cósmica, que hasta los Dioses la respetan y es nacer con la libertad de escoger cómo quieres ser y vivir, sea bien o mal, positiva o negativamente, feliz o infeliz, opulento o pobre.

Tú eres un ser libre por Ley, a ti nadie te tiene por qué gobernar y mucho menos limitarte con conceptos y pareceres. Si te gobiernan y amargan la vida, los amigos, tus padres, o la pareja, imponiéndote cosas que no quieres y no te convienen es porque lo permites. Tú eres la causa de todo lo que te sucede. Hasta que tú no reclames tu "Derecho Divino" y soberano de pensar y sentir, como Hijo de Dios, no podrás ser completamente libre.

Tienes el derecho de escoger vivir bien o mal, feo o bonito, oscuro o brillante. Haz conciencia de que eres un "Ser Libre en Dios", a ti nadie te va a gobernar, ni el pensamiento negativo ni nada destructivo de los demás. Puedes decir: "Yo Soy un Ser Libre en Dios".

Las dificultades vienen porque usamos el "Libre Albedrío" en contra de la "Voluntad de Dios" que es la "Ley del Bien", y nos ponemos a pensar y sentir en odio, enfermedades, y limitaciones, y ¿qué va a hacer Dios, si tú te empeñas en vivir en contra de su Voluntad que es el Bien para ti? Nada. Dios quiere que seamos saludables, prósperos, creativos, pero si nos empeñamos en lo contrario, Él se cruza de brazos a esperar que cambiemos nuestra actitud de pensar y sentir, para poder actuar. Él respeta nuestro "Libre Albedrío".

Por Rubén Cedeño

Grupo Metafísico de Madrid

Desde la Sede Central del Grupo Metafísico de Madrid Europa tengo el placer de darles la bienvenida a todos los que visitais esta puerta a las enseñanzas de los Maestros Ascendidos, de la edad dorada de su majestad Saint Germain y a la magistral exposición de su discípula directa, nuestra Amada Conny Méndez, cuyo legado recibimos de la mano de nuestro amigo Rubén Cedeño, para cuyo agradecimiento por su Amor, Instrucción y Amistad no conoce límites.

Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias públicamente también a las personas que componen el grupo interno que tengo el privilegio de dirigir, sin cuyo amor, buen hacer y apoyo incondicional, no podría realizar la tarea que libremente elegí en su momento, así como a todos los colaboradores que contribuyen con las conferencias e instrucciones día a día, fieles a su linea discipular y a su conciencia. 

Si en algo contribuye esta página, a la expansión de la luz, aunque sea de una persona, nos daremos por satisfechos.

por Domingo Laut Rodríguez